Hace 30 años y 8 meses inicie el camino a la maternidad.
No puedo comparar cómo es ser madre a los 20 o los 30 a los 40, casada…viuda o como la sociedad le parece bien.
Solo puedo relatar lo que he aprendido desde los primeros días hasta HOY en mi experiencia como madre…
Este contenido se lo dedico a mi hija @afroloca_ @virtuellesbuero-torres.com la protagonista de miles de anécdotas, experiencias y aún nos quedan historias interminables para contar.
La riqueza de mi relato es lo que puedas extraer para ti misma si tienes que tomar una decisión que puede incomodar a tu entorno.
Gracias al nacimiento de mi hija y al rol de madre desde el 27.11.1990 me di cuenta que yo era la responsable de crear mi destino.
Cierro mis ojos…recuerdo, me emociono, escribo y fluyo.
Fui una niña alegre, atrevida, extrovertida, crecía con una madurez impropia de mi edad. A los 17 años era una adolescente rebelde, en lo único que coincidía con mis padres que me gustaba estudiar y de mayor soñaba con crear un imperio.
En la universidad tuve la oportunidad de comprender cosas sobre el ser humano, la vida, el misterio de las relaciones…Y sin planearlo inicié mi recorrido en el camino de la maternidad.
Mi decisión de ser madre…Incomprensión social
¿Queeeee? ¿Embarazada? Eres tonta has arruinado tu futuro…Comentarios absurdos como estos me lo repetían incansablemente.
El día que recibí la noticia de mi embarazo, sentí miedo leve acompañado de emociones y mucho asombro.
Después de pensarlo solo recuerdo que una inmensa alegría acelera mi corazón y pude identificar ese miedo leve, que no era más el cómo enfrentar la incomprensión social.
Mi decisión era rotunda: quería tener mi bebe, para algunos de mi familia y amigos esa decisión sería mi derrota…
¡Para mí, un regalo de Dios!
Decidí darme la oportunidad de ser madre y ofrecer mi amor a un ser que me había elegido para cuidar y guiar de él.
Soy una fiel creyente que todo lo que pasa en tu vida es porque Dios lo permite y es bueno para ti.
El día de su nacimiento se expandió el amor, me sentí privilegiada de poder ser luz en el camino de un nuevo ser que abría sus ojos al mundo terrenal.
Como mujer somos bendecidas por tener la capacidad de ser elegidas para llevar a cabo un evento tan tierno y de tal magnitud:
EL NACIMIENTO DE UNA VIDA
Fueron muchas las razones por las cuales decidí tener mi bebe y tengo que ser honesta, estaba desconcertada, sentía una alegría inmensa y al mismo tiempo estaba aterrada. Fue curioso que ante las críticas, juicios y comentarios fuera de lugar, yo me enamoraba cada día más de alguien que aún no conocía.
Esa fue una de las primeras razones: ¿Intuición o sentimiento maternal?
Mi embarazo marcó un camino donde reconocí mis fortalezas, descubrí una nueva forma de amar.
Al tocar mi vientre sentía que un par de alas me sostenían ante cualquiera caída que se presentaba.


Aprendí…
- A no tener miedo a los errores, sino aprender de ellos.
- Que ella no era un obstáculo en mi vida, todo lo contrario, mi inspiración para superarlos con valentía y ser más fuerte.
- Aprendí que es el amor incondicional al colmar de alegría cada segundo de mis días con su inocencia, serenidad y ocurrencias.
- Ha sido y es mi maestra de muchas cosas entre ellas estos valores: la paciencia, compromiso, tolerancia, gratitud, responsabilidad.
Mi reina, no solo deseo felicitarte y agradecerte el que me hayas elegido como madre, también quiero pedirte perdón por algunos errores cometidos durante nuestro largo viaje. Todo lo he hecho desde el amor incondicional que siento por ti, lo mejor de todo es que al final nos fundimos en un abrazo, un beso tierno en la mejilla, amándonos y perdonándonos.
Lecciones para aprender y seguir mejorando.
¡Felicidades mi reina en tus 30 años…TE AMO!

Dejas atrás una etapa, de errores, desafíos, experimentos, momentos locos y románticos que te han hecho madurar.
Me siento muy orgullosa de ti, siempre has tenido la capacidad de conquistar todo lo que te propones y estoy segura que vas a por más…¡¡Esa es mi hija!!
Me alegra que la felicidad de este día a pesar de las circunstancias no se haya visto ofuscada, entre risas y nostalgias, te he podido abrazar.
Hemos pasado una velada maravillosa brindando con nuestro champagne favorito.
Amor de madre es un amor incondicional y sin final.
Ser madre, ha sido el evento más importante de mi vida.
Es increíble como alguien tan pequeñito en tu vientre puede ayudarte a descubrir la capacidad que tienes para amar y vivir en constante aprendizaje.
Y tú, ¿Has aprendido de tus errores? ¿Te gustaría convertir tus errores en la pista que te impulse a tu transformación?
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